Se acerca esa época del año en la que las reuniones familiares solían vivirse con especial intensidad y se acumulaban los conciertos de temática navideña.
Este año, sin duda, las vacaciones serán diferentes para muchos. Pero no deja de ser una oportunidad para desconectar de la rutina y del ritmo de trabajo diario del conservatorio, los ensayos y los conciertos.
Sin embargo, al igual que los atletas, los músicos tenemos que seguir practicando para mantenernos en forma. Y qué mejor forma de hacerlo que encontrando el equilibrio para compaginar nuestras sesiones de práctica con los eventos propios de esta época y el descanso.
Porque también es necesario parar y hacer cosas diferentes a tocar tu instrumento para poder rendir musicalmente a un buen nivel.
En el artículo de esta semana te cuento qué puedes hacer para organizar tus sesiones de práctica durante las vacaciones y tener tiempo para todo.
Antes de las vacaciones
Para que tus resultados no se vean afectados por unos días de desconexión, la clave está en organizarse y preparar con antelación un plan de práctica/ocio.
Eso incluye también reservar cada día periodos de tiempo libre para hacer lo que te gusta. No imaginas lo beneficioso que puede resultar para retomar con ganas la práctica instrumental.
Es cierto que muchas veces lo que más nos dificulta el estudio en estas fechas son los viajes a otros lugares.
Por eso es importante, antes de las vacaciones, averiguar si en nuestro lugar de destino podremos tocar y dispondremos de un lugar para practicar tranquilamente.
Recuerda preparar también una carpeta con el repertorio que quieras practicar y tener todo el material preparado para esos días en los que estés fuera de tu domicilio.
Durante las vacaciones
Las vacaciones suelen ser un momento fantástico para comenzar a trabajar nuevo repertorio.
Y hay maneras de hacerlo que no siempre implican tocar y que son igualmente enriquecedoras: desde investigar el contexto de la obra, leer la biografía del compositor hasta escuchar otras obras suyas.
No olvides que la prioridad estos días también es relajarse y disfrutar.
Igualmente es buen momento para descubrir nuevos estilos y técnicas mientras seguimos perfeccionando nuestras habilidades musicales: introducir la improvisación en las sesiones, practicar la lectura a primera vista o incluso animarse con la composición puede darle un soplo de aire fresco a nuestra práctica diaria.
Como siempre, recuerda marcarte unos objetivos para estos días de desconexión: analiza qué aspectos quieres mejorar y decide cómo hacerlo y en qué orden. Una buena forma de no sentir la misma presión por el estudio que en tu día a día es establecer metas semanales y fijar los pasos diarios necesarios para alcanzarlas.
Para evitar sesiones maratonianas y que se nos acumule todo el trabajo en los últimos días, reparte tus horas de práctica de manera equitativa a lo largo de la semana y en sesiones cortas (mejor dos sesiones de 2 horas, que una de 4 horas) con sus descansos respectivos.
Y, por último, pero para mí más importante: regálate días de descanso completo. Sí, como lo lees: 24 horas sin tocar. Además de permitirte aprovechar ese tiempo para realizar otras actividades que te gusten sin sentirte culpable (ya tienes otros días de práctica establecidos), este día alejado/a de tu instrumento te ayudará a retomar con más ganas el estudio y aumentará tu productividad.
Un último consejo
Disfruta de tu merecido descanso. Ten presente que hay tiempo para todo y que si realizas una buena planificación inicial y eres disciplinado/a para llevarla a cabo, tendrás también tus momentos para despejarte y divertirte.
¿Cómo te vas a organizar tú estas vacaciones? comparte tu respuesta en los comentarios.
¡Felices fiestas y feliz práctica!
Una respuesta
Nunca hay que parar con la practica de un instrumento, eso es lo que nos hace mejorar.
Gustavo Woltmann