4 razones por las que no estás motivado para tocar

Llevas tocando tu instrumento varios años. Desde el principio te decían que tenías que tocar un rato cada día y así lo has hecho durante mucho tiempo. Sabes que sin práctica no hay avances.

Pero llega un día, que sin saber la razón, notas que te cuesta estudiar. No pasa nada, un día así lo tiene cualquiera. Mañana seguro que irá mejor.

Y no ocurre así. Te das cuenta que ya son varios días en los que la pereza está cada vez más presente y ya, ni el repertorio que estás preparando te devuelve las ganas. Definitivamente, estás desmotivado.

¿Qué provoca la falta de motivación?

Hay varios factores que pueden provocar una disminución en las ganas de ponerse a tocar. Pero hoy quiero compartir contigo los 4 motivos más frecuentes que me he encontrado trabajando con músicos. ¿Te sientes identificado con alguno?

1. No tener fecha de actuación prevista

Cuando no hay a la vista un día concreto en el que presentar las obras, tendemos a estudiar de manera más superficial. Puede que sea un buen momento para preparar repertorio nuevo o tocar esas piezas que tanto te gustan, pero para que no acabes desmotivándote es importante que te fijes tus propias fechas límites.

Por qué es importante fijar fechas límite en tus sesiones de estudio:

  • Ayuda a priorizar los aspectos a trabajar.
  • Empuja a seguir una planificación para conseguir tu objetivo.
  • Enfoca en la dirección correcta y reduce las distracciones.
  • Aumenta tu productividad y confianza.
  • Mantiene la motivación por cumplir con el calendario establecido.

Recuerda cómo al acercarse la fecha de un examen o concierto sueles practicar más intensamente. Por eso, lo ideal es recrear esa manera de trabajar enfocada aún cuando no tengas ninguna actuación a la vista.

2. Escoger un momento poco productivo

Muchas veces comienzas a practicar con el cansancio acumulado después un día intenso. No sólo el cansancio físico te afecta. Puede que sea el cansancio mental que tengas a la hora de iniciar tu sesión de estudio lo que realmente te esté quitando las ganas de tocar hoy.

Es importante analizar en qué momento del día te sientes con más energía (física y mental) e intentar organizar tu estudio en ese momento.

¿Y si mi horario laboral me impide estudiar cuando soy más eficaz? A mi me ocurría eso.

Claramente desde siempre me han cundido más las mañanas, pero en mi época de estudiante, por las mañanas tenía clase. Opté por levantarme antes todos los días y acudir al conservatorio a estudiar. Noté grandes avances porque realmente aprovechaba el tiempo y me sentía despierta y con energía tocando. Además, pronto por las mañanas siempre había alguna cabina o aula disponible para estudiar. Algo insólito a cualquier otra hora del día.

Si no tienes posibilidad de estudiar en tu momento más productivo, intenta eliminar o reducir la presencia de los ladrones de energía (por ejemplo: redes sociales, series, personas tóxicas ) para llegar con el mayor nivel posible. Tu práctica te lo agradecerá.

3. Mantener el desequilibrio entre habilidades – reto

Si la idea de tocar esa obra te parece aburrida o, por el contrario, te produce demasiado estrés, puede que tus habilidades instrumentales no están en línea con el reto de preparar la obra.

Para que veas si este es tu caso, te propongo este sencillo ejercicio:

  1. Escoge una obra con la que sientas falta de motivación.
  2. Evalúa tus recursos y habilidades para tocar esa obra
  3. Analiza qué nivel de reto te supone montar esa pieza (qué habilidades necesitas, de cuánto tiempo dispones, tu interés en tocarla…)
  4. Cuando lo tengas, sitúa tus resultados en el siguiente gráfico:

El lugar en el que coloques la cruz te dará una pista de qué te está causando tu desmotivación. Comprueba la siguiente tabla.

  • Si el reto es insuficiente, la pieza es demasiado fácil, lo más probable es que te aburras al tocarla. Plantea objetivos más ambiciosos para trabajar esa obra o busca una de mayor nivel.
  • Si la obra es demasiado complicada y actualmente no te sientes preparado para tocarla, estudiarla te hará sentir frustración. Y así es difícil conseguir resultados. Para ello, trabaja y desarrolla las habilidades que necesitas para tocarla o escoge una pieza más acorde a tu nivel.
  • Si has colocado tu cruz en la parte baja de la izquierda (baja habilidad- poco reto), sería recomendable que te replantearas la obra a tocar y buscaras una que te motive interpretarla.

4. Querer resultados inmediatos

Antes de empezar no creíste que te iba a llevar tanto tiempo dominar ese pasaje difícil o montar la obra como te gustaría. Quieres conseguir tu objetivo ya mismo. Y esa impaciencia es la que te causa cada día mayor falta de motivación.

Puede sonar repetitivo, pero disfruta del proceso y de los pequeños avances que vayas haciendo. Mira lo que has conseguido hasta la fecha, valóralo y valórate.

Todos los músicos, en algún momento, nos hemos visto en la situación de no tener muchas ganas de tocar. Es fundamental saber qué te está provocando esa desmotivación para poder encontrar una solución. Por eso he creido necesario escribir este artículo.

Espero que te haya resultado útil y que poco a poco vayas recuperando esas ganas. No olvides compartir tu opinión y experiencias en los comentarios de abajo.

¡Hasta el próximo artículo!

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